Cada persona es forjadora de su destino, pero es la vida la que te da lecciones y te muestra que muchas coincidencias son en realidad lecciones, que los cambios cruciales suceden porque tienen una razón de ser.
El día de hoy se cumple nuestro primer aniversario de éste blog compartido, permítanme mostrarles tantas ligaduras, coincidencias, lecciones y bellos momentos que éstas tres personas han vivido. No pierdan ningún detalle.
En febrero de 2008 nos conocimos de alguna manera Toño, Ara y yo (Karla) en la alianza francesa con el objetivo de aprender francés, Ara se fue pronto por una operación y momentos cruciales en su vida; Toño partió en agosto con rumbos hacia un año difícil que le esperaba.
En aquel sueño del francés yo me quedé hasta el final, pero cuando haces conexión con personas que serán indispensables en tu vida, se agita un poco el destino y te vuelve hacer coincidir, comenzando con algunos cafés, pláticas amenas, risoterapia y nuestra amistad fue creciendo.
Apoyando a nuestra amiga Ara para motivarla a escribir y sacar sus dotes que tenía muy escondidos, comenzamos este blog compartido, un espacio en el cual podíamos plasmar nuestras vivencias, análisis, críticas y hasta sueños por qué no?
Toño vivía algunos cambios laborales, pero a la vez emocionalmente también se transformaba sin perder nunca la chispa que lo hace ser especial, su rostro refleja el sentir de su alma, es transparente y con una energía a buscar como crecer y dejar huella en este mundo.
Con ésta energía tan característica y un poco de mi maldad, hemos empujado a Ara para que nunca decaiga su sueño de ejercer un doctorado, ésta comunicóloga que tiene un talento innato, con palabras rimbobantes, rebuscadas y hasta profundas hace que sus charlas sean de un gran aprendizaje, algún día será toda una intelectual a la cual respetaré muchísimo.
Yo solo tengo mi ingeniería y para mí, ellos son dos motores que me generar a crecer día con día y en su momento yo también haré mi maestría. Sin embargo, en éste año la batalla más crucial que yo combatía era mi proceso de inmigración, en busca de horizontes y retos donde pueda plasmar mi nombre. Todavía estoy inmersa en ella, pero hasta el momento voy ganando y más pronto de lo que yo creo estaré escribiendo desde otras tierras.
Nada es una coincidencia, soñando con mis amigos que haríamos un viaje juntos, terminé por irme yo y mi mamá hasta el viejo continente; conocer el primer mundo, aprender de culturas nuevas, practicar idiomas y regresar con una maleta llena de conocimientos no tuvo precio. Todo empezó en una tarde de tertulia con éstos amigos que tengo.
Mi trabajo como profesora de ingeniería terminó, la universidad Uteg mi casa de estudios fue clara al mostrarme su filosofía, «la rentabilidad como negocio». Ya no importa si un alumno aprende o no, él es visto como un ingreso monetario, los 3 años y medio que trabajé y los proyectos que implementé se convirtieron en una persecución por ser una profesora que le gustaba trabajar. Terminé con un acta de extrañamiento por parte de los directivos con dolo y el sistema les repondió otorgándome el reconocimiento como la mejor profesora de éste semestre que terminó, JUSTICIA.
Los cambios siempre vienen acompañados de cosas nuevas, ahora yo enseño francés a Ara, quién lo diría? Mis profesores y después colegas en la universidad se convirtieron en mis amigos, con los que soñamos emprender proyectos juntos.
Fue un año que tuvo todos los condimentos necesarios para que fuera especial, lo pueden observar con cada uno de los post de éste blog; ahora esperamos poder seguir escribiendo por más tiempo para compartir ésas lecciones de vida que ayudan a crecer.
Gracias mes amies Toño y Ara, siempre será un honor tener su amistad.