Todas las Historias

En esta ocasión romperé, tal como me gusta la lógica imperante para celebrar el aniversario de este blog que comparto con dos de mis mejores amigos y compañeros temporales de trayecto, esto con el afán de no redundar en lo que ya he escrito en ocasiones anteriores como una síntesis reflexiva de vida y recuento de años y daños.

Hay un tema en general con varios matices particulares del que siempre he querido escribir, no lo he hecho por un par de razones, la primera que aún no encuentro el momento, porque todas las cosas tienen el suyo y, porque en ocasiones parecen no constituirme, aunque siempre están por ahí rondándome como viejos fantasmas, para mi suerte… bastante amigables.

No porque sea un asunto que tengo pendiente escribir, lo escribiré hoy. Solo puedo referir que son todas las historias; la vida está hecha a cada minuto de historias que se construyen como lindos barcos de papel y desaparecen en la corriente de un mar enfurecido o simplemente se destruyen en las manos es de esta forma que todas las historias son y dejan de ser por instantes, con lo efímero del tiempo, aunque en el futuro imperfectamente perfecto siempre serán esa marca en la rodilla.

Aunque aparentemente uno siempre escoja sus historias las primeras elecciones son determinantes y las últimas son las mejores, pero en el inter, uno aprende a reírse de sí mismo y a divertirse con los demás, es así que uno comienza hacer drama, tragedia y comedia como novelista consagrado, pero eso solo al principio, después la literatura adquiere otros miradas y ya no es escenificada por nosotros, sino contemplada a través de los ojos de los demás como si fuese reflejo en un cristal, la música deja de ser una herramienta peligrosa, para convertirse en un instrumento de potencial imaginación y la locura es experimentada a su máxima expresión ¡claro! esto dependiendo de la sintonía y le ritmo de cada quién.

Es así que damos un paso a la sutil transición de la verdadera creación una mezcla de fantasía y realidad en donde el sentido figurado y el literal nos invitan a soñar y me hacen recordar una vieja y popular historia, obra maestra de la literatura El Quijote de la Mancha  y a una más joven, pero igual de buena Rayuela de Cortázar en especial cuando el café se enfría y la silla queda prácticamente sostenida en mitad de la nada y a metros de altura, pero con todo y ello seguimos jugando a evadirnos para intentar encontrarnos…en la aventura más inesperada y emocionante cargada de frases sinceras y palabras profundas que parecían por segundos pretender rasgar el corazón por la sencilla razón de su imposibilidad de ser…